Siéntete rey por un día mientras paseas ociosamente por la calle Celetná (en checo, Celetná Ulice), una de las más antiguas de Praga.
Al igual que tú hoy, hace siglos los futuros reyes de Bohemia paseaban por esta calle, pero la emoción de sus corazones era probablemente mucho más fuerte que la que tú experimentas ahora. De hecho, la calle Celetná formaba parte del Camino Real, la ruta urbana que seguían los reyes camino de su coronación, que empezaba en Vyserhad y terminaba en el Castillo de Praga.
Hoy en día, la única procesión que puedes presenciar en la calle Celetná es la de los turistas que quieren llegar a la Puerta de la Pólvora desde la Plaza de la Ciudad Vieja, el corazón del centro de Praga.
Aunque abarrotada, esta antigua calle comercial conserva mucho encanto. Repleta de casas señoriales que mezclan fachadas barrocas de colores pastel, cornisas góticas y cimientos románicos, casi parece un museo al aire libre.
Sin embargo, el edificio más hermoso de toda la calle es de una época mucho más reciente. De hecho, la Casa de la Virgen Negra, una obra maestra de la arquitectura cubista diseñada por Josef Gočár, se construyó en 1912. Concebida como grandes almacenes, sólo se utilizó como tales durante unos diez años y más tarde se convirtió en oficinas. En la década de 1990 se llevaron a cabo importantes reformas.
Hoy el edificio alberga una colección permanente de arte cubista checo, exposiciones temporales del Museo de Artes Decorativas y espacios para talleres de arte, así como el histórico Gran Café Orient.
Se dice que el nombre de la calle Celetná deriva de un tipo de pan antaño muy común en esta zona, llamado Calty en checo.
Los oscuros sótanos de la calle albergan el macabro Museo de la Tortura, que exhibe más de cien artefactos, grabados de época y estatuas de cera que detallan cómo se utilizaban los instrumentos de tortura. Por si esto no bastara para provocarte escalofríos, los espeluznantes efectos audiovisuales te darán la impresión de estar presenciando la quema de una bruja en la hoguera o la ejecución de un verdugo.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.