En relación a las bebidas (nápoje), una comida Checa suele ir acompañada de la bebida nacional: la cerveza (pivo). Si no os gusta la cerveza, podéis pedir agua mineral (minerálka), zumo de naranja (pomerancový džus), zumo de manzana (jablecný džus) o gaseosa (especificar su nombre).
A los checos también les gusta beber té (caj) con azúcar (cukr) y limón (citrón) y café (káva) con o sin leche (mléko) o nata (smetana).
Hablamos, sin embargo, de la cerveza, el orgullo de los checos, famosa en todo el mundo y que en Praga se puede disfrutar al máximo!
La cerveza bohemia más famosa, conocida en el mercado internacional, es la Pilsner Urquell, clara y dorada, producida con el método Lager y caracterizada por un fuerte sabor a lúpulo. Su nombre proviene de Plzen, una ciudad a 80 km de Praga, donde fue producida por primera vez en 1842.
Otra es la Budejovický Budvar (ex Budweiser que tuvo que cambiar el nombre por la homónima americana), producida en la ciudad de Ceske Budejovice.
Tal vez la cerveza más popular en Praga sea la Staropramen, con sabor ligero y afrutado, producida en el barrio de Smichov.
Otras cervezas son:
La República Checa también produce grandes cantidades de vino tinto y blanco, pero exporta muy poco. Las vides crecen principalmente en Moravia y alrededor de Melnik, al norte de Praga.
El Rulandske es un buen blanco seco; entre los tintos, en general más valiosos, están el Frankovka y el Vavrinecké.
Entre las bebidas alcohólicas destaca la Becherovka, un licor de hierbas amargas de color ámbar, que se sirve como aperitivo o digestivo, a veces con agua tónica. Debido a su sabor especial, os aconsejamos probarlo. Luego está la Borovicka con enebro y la Slivovice, un licor muy fuerte de ciruela.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.